Salta y toca la felicidad 2

Cuando llegaste ya estaban todos. Les digiste hola, les diste dos besos a cada uno y les presentaste a Carlos

-Hola chicos! Hoy e traído a un amigo. Es pero que os llevéis bien, os presento al Carlos.

Jessy- Encantada! Le dijo con una voz agradable

Carlos- Igualmente!

Carlos empezó a hablar con todos y tu mientras tanto le contaste a Jessy como os conocisteis. A ella le pareció que sería una bonita historia, que tu y Carlos seríais más que amigos, que vuestras vidas se acababan de unir y que aun se unirían más. Ella sabía que a tú el te había dicho alguna cosa, no era una simple amistad.

Decidisteis ir a tomar algo, después ya pensaríais que hacer. Las horas pasaban y tú estabas a gusto, es más cada vez sentías que siempre seria tu “pandilla”, estarán a tu lado cuando los necesites. Porque ellos son quien realmente han formado parte de tu vida, es más tu en tu infancia la pasaste con tus abuelos. Te gustaba que tu abuela se pusiera con una silla al lado de tu cama, te leía un cuento, y cuando te quedabas dormida, continuaba haciendo lo que siempre hacia (coserte los botones de la bata). Esa sensación aun la recordabas, y no tenias ningún motivo por quererla olvidar. También recuerdas tu abuelo, que te contaba sus vivencias en la mili, te cantaba una canción que te gustaba mucho y te hacía sentir la princesa de la casa. Todo eso te venia a la cabeza mientras tomabas ese cola-cau con tus amigos, te venían todos los momentos que te habían marcado, que te habían formado a ser como eres.

Jessy- ¿Maria que te parece si te vienes a dormir a mi casa?

-          ¡Sí! Genial, pero si queréis hacemos una cena en mi casa que no hay nadie!

-          Jessy- Grande idea

-          Carlos- Si, si yo me apunto! Dijo sonriendo

En ese instante Jessy te dio un codazo, y tú le sonreíste toda vergonzosa.

Todos dijeron que si a la propuesta. Os separasteis para ir a buscar las cosas a casa.

Tú, acompañaste a Carlos a su casa, ya que iba por el mismo camino que iba hacia tu casa.

Tenía una casa preciosa, era grande con un jardín precioso y una piscina al medio, Cuando entraste en su casa la encontraste más bonita aun, era moderna por dentro. Con el comedor rojo, los sofás de cuero negro y una tela enorme. El cojio el mobil por si su padre lo llamaba, se cojio dinero por si luego ivamos a tomar algo, y os marchasteis . Durante el camino estuvisteis hablando de vosotros, y visteis que teniais muchas cosas en común, cada vez estabas más segura, ese chico era genial y nada te aría cambiar de opinión.

Cuando llegasteis a casa os sentasteis en el sofá y encendisteis la tele, sono el timbre. Jessy ya estaba hay. La noche comenzó con buen pie, y arias lo posible para que también acabase así. Porque si todo terminaba bien ellos estarán contentos, y como toda amistad si ellos eran felices tu también.