dijous, 12 d’abril del 2012

Salta y toca la felicidad 3

Sorry no e podido actualizar esto ultimamente e estado con examenes y despues sin internet. Pero mientras no estaba ¡¡¡os e preparado una sorpresita!!!
Y la sorprestia es... ¡¡¡¡un relato!!!! Que colgare dentro de un ratito por que ahora colgare el capitulo 3 se Salta y toca la felicidad! :)




La cena iba mejorando por momentos, ¡todos os encontrabais a gusto! Os gustaba la idea de estar todos juntos, de compartir vuestros días con los que querías. Tú y Jessica teníais ganas de hablar de cosas más privadas. Jessica decía que el otro día conoció a un chico y tú ya tenias ganas de conocerlo.
Ella te sacaba la risa más bonita de tu cara, te alegraban los días más tristes, y hacia que tú mundo fuera genial. Tú sin ella no sabrías como vivir, no sabrías donde es el norte, estarías perdida en un mundo que no conoces si no la hubieras conocido.
La cena termino, la gente se despidió y se fueron hacia sus casas. Tú y Jessy os quedasteis a mirar una película. Teníais toda la noche para hablar de vuestras cosas.
Cuando termino la película subisteis a la habitación, inflaste la cama hinchable, y os sentasteis las dos para contároslo todo. El chico que conoció Jessy se llamaba Nhatsan, era de bcn(Barcelona), y está pasando el fin de semana aquí en las islas Canarias(si me he inspirado con algunos de vosotros xD). Jessy siempre asido de amores a primera vista, Nathsan y ella se hablan por el Facebook, y se llaman cada día, pero no es lo mismo que si se tuviesen el uno al otro viéndose cada día. Mientras tú le contabas que habías hablado con Carlos ella se durmió, así que tú decidiste hacer lo mismo.
Cuando te despertaste viste que ella aun estaba durmiendo, entonces decidiste despertarla.
-          Jessy despierta- le dijiste con una voz cariñosa
Jessy- ¿Eeeeh? ¡Ah! Si ahora voy…- dijo mientras se puso a dormir otra vez.
-          ¡Venga Jessy que ya es hora!

Se levanto se puso las zapatillas de ir por casa i bajasteis. Desayunasteis y subisteis a vestiros. Ella se tuvo que ir a su casa y tú decidiste ir a las rocas.

Otra vez estaba todo solitario, pero hoy si que había sol. El viento te soplaba en la cara haciendo que tu pelo no parara de moverse. El silencio era precioso, el sol brillaba y las olas no paraban. ¡Tú eras feliz! El momento era tuyo nada más tuyo.
La vida era tuya, tú sonrisa era tuya, esos segundos eran tuyos… La felicidad cada vez era más fuerte a tu alrededor.
Cuando tú sacabas esa sonrisa tan bonita, eras cada vez más fuerte con tigo.
Tú eras tú, no lo olvidabas. Porque si tú lo pasabas mal te consolabas a ti misma, te ayudabas, tú ponías la solución. Si tú eras feliz disfrutabas, reías y saltabas cada vez más alto, porque llegaría un momento en que tocarías la felicidad, y abandonarías para siempre el mundo de la tristeza. 

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