Hoy nadie podía quedar. Toda la pandilla, iba a ver una chica que conocíamos, y tú no fuiste porque tus padres no te dejaban. Así que decidiste llamar a Carlos, y el sin dudarlo ni un momento te digo que sí. Fuisteis a dar una vuelta por la playa, estabais solos, la tarde de ese domingo era solitaria, era vuestra.
Os sentasteis en las rocas. El día era precioso, el amanecer era precioso, todo estaba a vuestro favor.
Mientras hablabas con Carlos veías que el ya formaba parte de tu vida, era un chico genial, simpático, divertido y guapo. Debajo de esa imagen empezaste a sentir algo en la barriga como unas cosquillitas. Te gustaba abrazarlo es más te gustaba quererlo te empezaba a gustar.
(Narra Carlos)
Desde que la conocí siento algo por ella. Sé que ella alomejar también. ¿Pero y si no es verdad? ¿Y si nada mas son imaginaciones mías?
Me gusta, me gusta mucho, sus miradas, su sonrisa y sus abrazos que desearía que nunca terminasen. Cuando la cogí en las rocas, cuando escuche su voz por primera vez, ya vi que ella justo en ese momento formaría parte de mi vida, formaría parte de mí.
Tu interrumpiste sus pensamientos y le dijiste – Carlos, que hacemos esta oscureciendo…
Carlos- Como quieras, Pero no nos vamos aun. Me gusta estar con tigo más que estar en casa solo.
Tu le respondiste riéndote- Hacemos una cosa vamos a cenar un ¿bocata o alguna cosa por el parque?
Carlos- ¡Genial!
Os dirigiste hacia su casa, hicisteis los bocadillos y os fuisteis. Os habíais pasado toda la tare allí pero os daba igual, os gustaba estar en la playa. Al final preferisteis ir a las rocas y comer allí. Hacia frio y el te dio su chaqueta para que no temblaras, hablasteis. Te encantaba.
Carlos- Me gusta la noche
Tú- A mi también es preciosa la vista cuando es de noche.
Carlos- Estoy totalmente de acuerdo con tigo. ¿Has visto las estrellas? Hoy se ven más que nunca.
Tu- ¡Sí! Mira si te figas bien allí está El carro y allí la osa menor.
Carlos te dijo sorprendido- Sabes mucho eh!
Y tú le respondiste con una sonrisa- ¡Sí! Mi abuelo me llevaba a la playa con mi abuela, y me enseñaban todas las constelaciones que había. Me encantaba estar con ellos pero ya no están. Te callo una lágrima, y Carlos te la seco con un beso en la mejilla.
Carlos- Me gusta mucho lo que me has contado, seguro que estuvieron mucho tiempo con tigo. No llores seguro que están mirando que haces y animándote siempre.
Tú le contestaste- ¡Carlos! Gracias enserio. Si no fuera por ti no recordaría esos momentos estaría sola en casa. Quien sabe alomejor ya estaría durmiendo
Carlos- Ya sabes que yo siempre estaré allí sales a la playa y me miras ya verás como yo apareceré por detrás por arte de magia.
El te señalo una estrella, Tú lo abrazaste, lo necesitabas y le dijiste – Carlos eres genial… de ¡Verdad!
Carlos- Sabes qué yo por ti are de todo. Gracias a ti e conocido a gente que no me habría imaginado que existía.
Tú le contestase sorprendida- ¿Que quieres decir con eso? ¿Tu ya sabias quien eran?
Carlos- Bueno…
Tú querías saber a qué se refería y le preguntaste- Explícamelo Carlos puedes confiar en mí de verdad.
Carlos- La verdad es que nunca eh tenido amigos, nada mas tenía una pandilla con tres chicos y dos chicas pero los perdí.
Tú le respondiste extrañada- ¿Como los perdiste?
Carlos- Me deje ir por las ganas de ir con la gente “guay” pero hice lo peor que podría haber hecho. Empecé a fumar y a beber porque así ellos me aceptaban, pero no vi que perdía mis amigos, esos que me habían ayudado, me querían y me habían acompañado en mi vida. Hace medio año vi que me arruinaban la vida.
Tu le respondiste muy, muy sorprendida- Carlos… No lo vuelvas hacer enserio, Si la gente no te acepta no saben el que realmente vales la pena. Porque tú eres genial no lo ¡dudes!
Carlo- No lo haré nunca más, pero las cosas que hice ya están hechas.
Ahora fue él quien le cayó la lagrima le diste un beso en la mejilla pero sentiste la necesidad de mas y el dio el paso, os disteis un beso y os abrazasteis.
Aquel era el principio de una feliz historia… ♥
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